El auge de las duchas en detrimento de las bañeras ha hecho que las mamparas sean el accesorio más utilizado, desterrando definitivamente a la tradicional cortina de ducha. Y es que cuando se trata de ducharse, la mampara tiene ganada la batalla por su estética y su funcionalidad.
Pero elegir una mampara no es tan fácil, ni rápido como escoger una cortina. Nosotros, desde Motacuer BdB te ayudamos a acertar y si con estos consejos, sigues sin tenerlo claro, ven a nuestra tienda/exposición y te enseñaremos lo que mejor encaja con tu estilo:
1. Que tu mampara se ajuste a tus necesidades. Las necesidades de cada persona son completamente diferentes. Y la mampara debería ajustarse a ellas. Para niños las más prácticas son las que se abren de la mitad hacia arriba: desde fuera llegas a los mandos del grifo y por abajo evitas salpicaduras. Y en cambio, para las personas con problemas de movilidad se necesita más resistencia, seguridad y puntos de apoyo.
2. El sistema de apertura acorde a tu baño. En nuestra tienda disponemos de todos los tipos aunque será el espacio libre alrededor de la ducha y el tipo de plato de ducha lo que condicionarán la elección de un diseño u otro:
- Correderas: La gran mayoría de las mamparas se instalan con este sistema, ya que al deslizarse sobre unas guías no necesitan ángulo de apertura y no restan espacio al baño. Además, son las mamparas más estancas. El único «pero» es que suelen contar con más perfilería que una de apertura batiente o fija, cuyo diseño suele ser más limpio.
- Batientes: Se abren hacia adentro, hacia afuera o en algunos casos en ambos sentidos, siendo muy prácticas en baños amplios. Su principal ventaja es que dejan un hueco amplio de entrada al plato. Además, su estética es más minimalista, ya que apenas necesita perfiles.
- Panel fijo: En baños pequeños son la mejor opción, porque no ocupan espacio ni restan luz. A nivel estético, son los más visuales y modernos. Sin embargo, no son tan estancos como las correderas o batientes.
3. Perfiles. La perfilería no es solo una decisión estética, ya que su calidad determinará en gran medida la durabilidad de la mampara. Por su resistencia a la humedad, adaptabilidad y ligereza el aluminio ha desbancado al acero inoxidable y al PVC. Cada vez son más las marcas como Kassandra que innovan en este sentido y nos presentan perfiles en Acero Glass, Perfil negro, Perfil blanco, Perfil oro rosa y Perfil plata alto brillo.
Si buscas ganar sensación de espacio en la zona de ducha y en todo el baño, valora la opción de un diseño sin perfilería.
4. El material y grosor de los paneles. El cristal es el rey del mercado de las mamparas y ha sustituido al acrílico. Se trata de un vidrio templado de seguridad resistente a los impactos. Es importante tener en cuenta el grosor del cristal, ya que es el que garantiza la estabilidad y seguridad de la mampara. Para puertas correderas lo ideal es de 6 mm y para paneles fijos, 8 mm o más.
Otro elemento a tener en cuenta es el acabado del cristal. El más habitual es el transparente, ya que da sensación de mayor espacio. Si buscas preservar la intimidad sin renunciar a la luz, la mejor opción son los traslúcidos. Aunque también los hay serigrafiados o incluso decorados como los que fabrica nuestro proveedor Velvet Mamparas.
5. Facilidad de mantenimiento. Merece la pena escoger el cristal con un tratamiento antical ya que repele el agua y evita la incrustación de la cal. Pero debes tener en cuenta que una mampara con tratamiento antical no puede limpiarse con productos agresivos, ya que eliminan su efectividad. Este tratamiento con un uso diario puede durar 5 o 6 años.
Con estos consejos acertarás seguro, pero si aún tienes alguna duda contáctanos al número 967182244 o a través de nuestro correo motacuer@grupobdb.com