Una de las dudas más frecuentes a la hora de construir una piscina llegan al elegir de qué color queremos que sea. Está claro que los gustos de cada uno ayudan, pero lo que vamos a intentar en este artículo es daros una serie de pautas que os puedan ayudar a tomar la decisión más adecuada en cada caso.
Para ello, vamos a detallar una serie de factores a tener en cuenta:
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COLORES CLAROS U OSCUROS
Una cuestión importante a valorar es que ciertos materiales utilizados para el revestimiento de piscinas se decoloran en mayor o menor medida. Sí elegimos colores claros, en el caso de que exista una pérdida de color, se notará menos que si los colores son más oscuros. Cabe recordar que la decoloración suele ser más apreciable en materiales basados en PVC, fibras o polivinilos tipo liner, que en materiales cerámicos. Por lo que si quieres evitar la decoloración, tu elección por el porcelánico está mas que clara.
Por otro lado, cuando elegimos colores claros, la suciedad será más visible que cuando se trata de colores oscuros.
También tenemos que tener en cuenta que cuanto más oscura sea tu piscina, mayor temperatura tenderá a coger el agua.
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COLORES LISOS O ESTAMPADOS
Cuanto más uniforme sea la tonalidad del vaso de la piscina, mayor sensación de espacio dará. Esto resulta muy recomendable, por ejemplo, en piscinas de pequeño tamaño, de modo que teniendo el mismo tamaño, si la piscina tiene una tonalidad uniforme parecerá más grande que si hubiéramos elegido tonalidades estampadas.
Por otro lado, uno de los inconvenientes de las superficies de colores uniformes es que en cuanto hay un poco de suciedad en la piscina, se nota rápidamente. En cambio, muchos tonos estampados nos permiten disimular ligeramente esta situación.
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AZULES Y VERDES CLÁSICOS FRENTE A OTRAS TONALIDADES
En los últimos tiempos está surgiendo una cierta tendencia de buscar alternativas a los tonos habituales azules y verdes, de toda la vida. Algunas de las principales alternativas suelen ser tonalidades en la gama de colores arena, blancos, grises…
Antes de nada, debemos tener en cuenta dos cuestiones; el agua potencia la tonalidad de la superficie de la piscina y el color de la superficie no quiere decir que el efecto en el color del agua resultante sea el mismo. Por ejemplo, la tonalidad del agua con una piscina de superficie en tonalidades arena resultará ser de un verde turquesa claro. Una superficie blanca, nos dará una tono entre azul y verde, muy, muy claro. Una piscina gris, una tonalidad azul profundo…
De este modo, no solo tenemos que decidirnos por un color u otro basándonos en la muestra que nos puedan llegar a enseñar físicamente, sino que también es importante ver cómo quedará con el efecto del agua.
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COLORES REFRESCANTES FRENTE A COLORES RELAJANTES
Está demostrado que los colores azules tienden a incentivar la entrada y salida de la piscina, con la idea de refrescarse. En cambio, las tonalidades más claras con colores arena, blanco o similar, resultando tonos de agua sumamente claros y relajantes, incitan a estar más tiempo en el interior de la piscina. De hecho, este tipo de tonalidades están proliferando en piscinas de importantes hoteles y resorts, basándose en gran medida, en estos efectos inconscientes.
En cualquier caso, no queda duda que nuestros gustos tiraran mucho hacia un lado o hacia otro, aparte de estos aspectos que os hemos detallado.
Igualmente, dependiendo de para qué o para quién, vaya a ser utilizada la piscina, nos podrán interesar más unas u otras tonalidades. No será igual para un hotel, un resort, un spa, una vivienda particular, para niños, para gente mayor, en una zona con poca o excesiva luz, etc.