Se aproxima el verano y con él la necesidad de poner a punto la piscina. Si no hemos realizado un mantenimiento durante el invierno, deberemos vaciar toda el agua estancada de la piscina y realizar una limpieza general de hongos. Una vez realizado este proceso procederemos a limpiar con un cepillo y un producto desincrustante la superficie de las paredes de la piscina. Sea cual sea el material con el que este recubierta la piscina, se deberá realizar un tratamiento algicida, así la piscina quedará protegida durante un mayor periodo de tiempo contra algas y hongos. Una vez llena la piscina y para terminar la puesta a punto se puede utilizar el limpiafondos para eliminar las partículas diminutas que no hayan sido retenidas por el filtro.
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El consejo del Profesional: No te olvides de controlar a diario el PH y el cloro de tu piscina con tu analizador.
Ácido (0-7,1): Agua corrosiva para la instalación. Puede irritar los ojos, la piel y las mucosas.
Neutro (7,2-7,6): Agua sana y bajo control.
Alcalino (7,7-14): El cloro pierde efectividad y no actúa correctamente.
El pH indica la relación de acidez o neutralidad del agua y debe mantenerse entre 7,2 y 7,6.